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En los últimos dos años, la industria de la construcción ha hecho todo lo posible para entregar proyectos a pesar de los enormes desafíos. No obstante, las incertidumbres empeoran dada la escasez de materiales tras el COVID-19 y el crecimiento de la inflación. Esta situación es un punto de inflexión donde las constructoras pueden optar por adoptar la revolución tecnológica que está en marcha en el sector. La tecnología digital va a ser la herramienta que permita a la construcción crecer. Gracias a su implementación se obtendrán más proyectos con márgenes rentables, entregas más eficientes y seguras y ventajas competitivas sostenibles.

El contexto

La productividad de la construcción ha avanzado lentamente durante los últimos 30 años y los márgenes son obstinadamente bajos. En 2019, los 10 contratistas más grandes de Reino Unido obtuvieron un margen promedio de -0,1 %. 

Los márgenes que rondan el 1%, incluso en tiempos más prósperos, son una amenaza constante para las empresas. El riesgo y el margen son dos caras de la misma moneda. La asignación y gestión de riesgos son barreras que impiden a las constructoras obtener márgenes amplios que incentiven la inversión en mejoras y la implementación de más tecnología digital.

Actualmente, es un desafío preparar precios precisos para los materiales y la mano de obra en un proceso de licitación. Las estimaciones mal realizadas suponen ofertas demasiado altas o bajas. Dejando sin espacio a los contratos para corregir las cosas una vez que el trabajo ha comenzado. Esto tiene mayor importancia cuando se descubre que los costes directos de los errores evitables en obra suponen el 5% del valor del proyecto. Si sumamos, los procesos no registrados (6%), los costes indirectos (7%) y los defectos latentes (3%), se desperdicia hasta el 21% de los costes totales.

El informe CRUX Insight estimó que los tiempos de cronogramas de construcción aumentaron en promedio más de un 70%. 

La inclusión de tecnología digital puede ayudar a mejorar el rendimiento de los proyectos, reduciendo sus tiempos. Otras industrias han demostrado que las empresas que adoptan las nuevas tecnologías obtienen fuertes ventajas competitivas.

Los desafíos que actualmente enfrentan las constructoras ya existían antes del COVID-19, aunque la pandemia los ha agravado. Pero, a su vez, la pandemia ha ejercido como catalizador, acelerando la adopción de nuevas tecnologías y dando pie al inicio de la transformación digital en las constructoras.

La oportunidad

La tecnología digital tiene un papel importante en cambiar la forma en que la industria diseña y construye proyectos. La construcción es complicada y el cambio será difícil. Con un margen mínimo y costes directos ocasionados por errores evitables en la obra cercanos al 5%, es esencial realizar una estimación sólida y precisa. Cada euro hace la diferencia.

La digitalización ya no es una transición constante de 2D a 3D a 4D. Actualmente el cambio abarca desde análisis de datos, simulación del ciclo de vida, diseño modular, BIM, IoT, realidad virtual y aumentada o impresión 3D hasta robótica, automatización, análisis operativo o gestión de activos.

Las organizaciones que implementan tecnologías adaptadas a los requisitos comerciales y de los proyectos suelen experimentar mejores resultados. Por ejemplo, muchas empresas de construcción indican la “reducción de costes” como un impulsor para digitalizar sus operaciones. No obstante, la solución más adecuada dependerá del origen de dichos sobrecostes.

Tecnología digital a través de cinco tendencias

BIM de nueva generación. Muchos proyectos aún funcionan en un entorno BIM de nivel 1, sin utilizar procesos de colaboración. El BIM de última generación combina este software con un entorno de datos conectados de mejores prácticas.

Colaboración y movilidad. Los entornos de datos conectados basados en la nube transforman los proyectos mediante la colaboración en tiempo real y la interconexión de datos como un componente crucial. Gracias a ello, los usuarios acceden a datos fiables y seguros desde cualquier lugar, en cualquier momento y con cualquier dispositivo.

Captura de datos casi perfecta. Las imágenes de alta resolución y los modelos 3D se producen casi en tiempo real utilizando las nuevas tecnologías. Los drones y los escáneres portátiles mejoran la precisión y la calidad, reduciendo el tiempo necesario para capturar los datos de origen.

Internet de las cosas. Los sensores de IoT, como en el caso de CoSMoS™ permiten obtener datos en tiempo real de materiales. La computación en la nube permite analizar los datos en tiempo real, mejorando la toma de decisiones, el control de costes, la gestión de riesgos y la seguridad del proyecto.

Máquinas autónomas. Los productos de esta tendencia están apareciendo con mayor frecuencia en la obra. Desde robots que realicen tareas peligrosas hasta drones encargados de ampliar la visión en obra.

Estas nuevas tecnologías proporcionan a las constructoras herramientas y procesos modulares para digitalizar sus operaciones.

Digitalización, paso a paso

El amplio abanico de tecnología disponible, dificulta saber por dónde empezar, como ya vimos en anteriores publicaciones. Pero, a su vez, permite establecer sinergias entre tecnologías que multiplican exponencialmente los beneficios de la digitalización para las constructoras.

La industria tiene acceso a la última tecnología de diseño y BIM, garantizándose unos diseños completos, consistentes y correctos. Crear contenido con software de diseño 3D en entornos inmersivos de realidad virtual permite visualizar contenido preciso en cualquier dispositivo con acceso a internet, facilitando la implementación de tecnología en obra. 

Aplicar mejores prácticas en los flujos de trabajo garantiza que la gestión de datos sea segura y eficaz. Un entorno de datos conectados (CDE) permite un proceso de BIM sólido. Un CDE almacena y administra el contenido creado por el equipo entregándolo a las personas adecuadas, en el formato y momento adecuado. Esto incrementa la productividad y reduce los tiempos y el consumo de materiales.

Los proyectos tienen datos en diferentes formatos de diferentes fuentes, siendo necesario considerar la alineación, responsabilidad y accesibilidad de esos datos. 

La alineación de datos garantiza la adquisición de información de distintas aplicaciones. 

La responsabilidad de los datos significa conocer quién creó la información y para qué se puede utilizar. 

La accesibilidad a los datos garantiza la obtención de la información requerida utilizando el dispositivo deseado, en cualquier lugar y momento.

Trabajar así, garantiza la integridad de los datos, evitando la repetición de trabajo y la aparición de disputas. Sin embargo, muchas constructoras todavía confían en correos electrónicos y hojas de cálculo. Procesos que consumen mucho tiempo y son propensos a errores. Los equipos deben comenzar a utilizar redes integradas de aplicaciones para agilizar la transferencia de datos.

Tendencia en la dirección correcta

Es crucial que la industria de la construcción comience a explotar la tecnología digital para optimizar sus procesos. La construcción está comenzando a cambiar hacia la dirección correcta. El software de construcción está permitiendo que los equipos de proyectos definan e implementen mejores prácticas en los procesos. El reto está en empezar a hacerlo de manera consistente en todos los proyectos. La digitalización significa que todos pueden estar en la misma página al mismo tiempo y tomar mejores decisiones más rápido. Significa que los recursos se pueden optimizar, los riesgos se mitigan y se evita la repetición del trabajo. También significa que los equipos pasan más tiempo trabajando en tareas de valor agregado. En última instancia, la tecnología de la construcción está ayudando a las empresas a ganar proyectos, entregarlos de manera más eficiente y mejorar su rentabilidad.