inteligencia artificial

La inteligencia artificial (IA) está lista para emerger en el sector de la construcción. Debido principalmente a su capacidad inigualable de aprender, resolver problemas y reconocer patrones. Y su llegada, cambiará completamente la forma en que se diseñan, construyen y operan los edificios.

En los próximos 10 años, la inteligencia artificial va a transformar el sector de la construcción más que cualquier otra tecnología en los últimos 100 años. Esto se debe principalmente a la amplitud de su aplicación.

La IA y el aprendizaje automático llevan tiempo bajo la superficie de las operaciones de construcción. Pero este año se espera un crecimiento exponencial en la implementación de estas tecnologías en los procesos constructivos.

La inteligencia artificial mejora a otras tecnologías que están cambiando la industria, como la robótica o la impresión 3D. Su capacidad de modelado y detección de patrones, así como la predicción y optimización, le permiten abarcar numerosos campos. Esta tecnología puede reducir errores costosos y lesiones en el lugar de trabajo; capacitar y eventualmente reemplazar a los trabajadores cada vez más escasos; mejorar la sostenibilidad y la circularidad; diseñar, mantener y operar edificios; y sanear y dar transparencia a la cadena de suministro.

Y así como actualmente ChatGPT, brinda el vasto conocimiento de IA en segundos a cualquier persona que realice una pregunta. La IA también puede resolver de manera rápida y eficiente los problemas que han plagado la construcción durante siglos. Además, las mejoras en esta tecnología la están volviendo más fácil de usar, facilitando su acceso a personal menos especializado. 

La democratización de la IA traerá consigo una mayor implementación de nuevas tecnologías en el sector de la construcción.

La gestión de datos es clave

En 2022, el 92% de las empresas de construcción dijeron que estaban usando o tenían la intención de usar IA. Aunque la realidad indica que la mayoría está lejos de estar preparada. Únicamente el 65% de los proyectos de IA de constructoras han tenido éxito, un porcentaje muy bajo comparado con otras industrias. 

En una industria que nunca ha sido conocida por acoger el cambio, la resistencia tecnológica es un factor que retrasa la adopción de la IA. No obstante, el mayor obstáculo al que se enfrentan las constructoras es la recopilación y control de los datos.

En la mayoría de procesos constructivos hay abundancia de datos. El reto, por tanto, es su recopilación en un entorno dinámico y complejo como la construcción. Por ello, la construcción no tiene recopilados muchos datos históricos necesarios para modelar y predecir de forma más precisa. Ante esta situación, es esencial la implementación de tecnología que facilite la toma de datos directamente desde la obra sin perturbar el resto de operaciones. Un ejemplo de esto son los sistemas de monitorización de la madurez del hormigón, que permiten controlar la evolución en tiempo real de la temperatura en el interior del hormigón y determinar la resistencia del material en todo momento. 

Pese a que la mayoría de indicadores señalan que la construcción se sitúa muy por detrás de otras industrias, la digitalización del sector parece cada vez más cerca, y 2023 puede ser el año de la transformación digital de la construcción.